martes, 21 de octubre de 2008

jamones, tuiyós y la bisa

Variopinto e intenso (viajes de ida y vuelta incluidos) ha sido este finde de tres días y varias horas, que siempre es un "¿ya?????" -con desgana- llegada la hora de coger el metro a Avda. América.

Dos monjas (monja-jamón, sí) colindando por la parte trasera de mi asiento a la ida, una bisabuela como entrañable compañera de viaje a la vuelta y entre medio, tú y yo por separado y en conjunto. Sobre todo nosotras juntas en lo que podría ser una colección de "TEOs", jejejeje. : Tuiyó en la Academia, Tuiyó en el restaurante, Tuiyó en la floristería, Tuiyó en la Clínica, Tuiyó en la cocina, Tuiyó en el sofá con Cuatro (la cadena de TV), Tuiyó en la pollería, Tuiyó de café con mejor amiga de Tu, Tuiyó de cañas, tertulia y bocata con (ex-, comenta-, etc.) blogueras (incluye la resaca del alcohol y del buen rato compartido), Tuiyó en la frutería, Tuiyó en el metro, Tuiyó de cañas y tapas, Tuiyó en el dormitorio..., etc.

Lo de las monjas os lo tengo que contar más detenidamente porque fui testigo del cotilleo monjil que siempre quise escuchar (ya veis qué inquietudes las mías... ejem). No va a ser -ni de coña- tan sorprendente como la cara que se me puso ni lo que pude alargar el cuello para escuchar mejor (¿de ahí que siga con la contractura?), pero valga la pena escribirlo...

Para mí eran dos monjas "cualesquiera" hablando de lo que suelen hablar las monjas, vaya, de reuniones monjiles, familiares enfermos, monjas enfermas, las monjas y sus familiares, el Papa... en fin, de eso de lo que hablan cuando saben que lAs escuchamos (esta "A" va por Ella, que me he dado cuenta a tiempo y no he cometido un nuevo leísmo de esos que nos encantan a los del Norte y que tanto le "enfurecen", jejeje). Es por eso que pronto caí en un soporífero estado de semiinconsciencia que me duró hasta la parada de descanso. Ya con un cafecito en el cuerpo y a menos kilómetros de Ella (no la monja), noté que el tono de voz de una de ellas (la que vestía hábito) bajaba de pronto y decía así a la otra (la de la ventana, vestida "de calle" pero monjil):
- Te tengo que contar una cosa....
Y sí, fue entonces cuando estiré el cuello hacia el hueco de los dos cabeceros de los asientos (tanto como me permitía el collarín hinchable que llevaba puesto. Todo un cuadro, vamos) y deseé (¿recé para?) que contara EL COTILLEO, y lo contó (en voz bajita), y me acordé de mi tía, la monja y de la cara que pondrá cuando le cuente la historia y luego "mi historia"(?).

P (monja del pasillo, la habituada): - Las Navidades pasadas (no era un cotilleo fresco que se diga... pero bueno, mantuve la ilusión y la esperanza) llamé a S.M. (iniciales de la protagonista de la historia y no Su Majestad). ¿Te acuerdas de ella?
V (monja en la ventana): - Sí. Que se salió hace unos años, no? (Empezábamos bien. Una ex-monja. El cotilleo prometía como EL COTILLEO)
P: - Sí. Bueno, pues le pregunté a ver cómo estaba, su familia... lo típico, y qué tal en el piso con las que vivía... Porque yo sabía que estaba viviendo con algunas compañeras. Y total que me corrige y me cuenta que no, que vive sólo con una, y que a ver si no sabía, que se habían casado también y bla bla bla... pero que seguía siendo virgen y bla bla bla (yo descojonada pero conteniendo la risa, claro! e imaginándome el careto de las dos, bueno, de las tres, que ole la ex-monja! y alargando aún más el cuello para no perderme detalle).
V: - ¿Lesbiana? (pues por ejemplo, no?)
P: - Claro... Y yo toda cortada y ya no sabía ni qué decir... Asentía y decía "ya ya ya...". Toda cortada... Ya ni me acuerdo qué más le dije.
V y P: [silencio...] (Creo que el único de todo el viaje, porque hay que ver lo que hablan estas monjas! Al menos aquellas!)
P: - No he vuelto a llamar a S.M. ni creo que lo haga. A ver qué le digo yo ahora...
V: - Bueno oye... qué se le va a hacer... Habrá que respetar...
P: - Ya... sí...
V: - Oye, S.M. entró contigo, ¿no?
P: - Sí, S.M, A, M.C y yo, entramos juntas. A. también se salió...
V: - Ya...
P: - Sí... Mmmmmmmmm...
V: - Habrá que respetar...
P: - Mmmmmmmm... Sí... Pero yo no LE vuelvo a llamar (amor, sí, ya sé que es un leísmo, pero es que la monja era vasca!)

Podía haber terminado mejor, pero también peor, ¿no?

Nota: El diálogo es bastante fidedigno ya que lo anoté en mi cuaderno según terminó EL COTILLEO. Claro que por otro lado, no conseguía centrarme -una vez más (o menos)- de la emoción que me embargaba por un lado, y las ganas de darme la vuelta y decirles que podían seguir llamando a su ex-hermana, que seguirían teniendo mucho de lo que hablar, que probablemente más, de hecho, etc. etc.

6 comentarios:

marga dijo...

ah, pero qué bueno... por fin un cotilleo como dios manda! jajaja

y muy bien contado! me morí de la risa

por suerte las que se fueron se dieron cuenta a tiempo de que estaban en el lugar equivocado...

bss!

descatalogada dijo...

Uyy si estoy yo me doy la vuelta y hablo con ellas y al final P acaba llamando allí mismo a S.M.

bsos.

farala dijo...

ay que ilusion, que ilusion, me encantan las historias de monjas... tuve hasta un famoso libro que se subtitulaba algo asi como" rompiendo el silencio" ay... que corto se te haría, (por una vez) el trayecto!!

Tanais dijo...

Muy bueno pikaia!!! me he reido...vaya tela...


Te debo mail...lo sé

dintel dijo...

Bueno, será cuestión de ir escuchando las conversaciones monjiles...

pikaia dijo...

marga_ jajajajaja... ay! sí, nunca mejor dicho!
Ya... y así tendría que poder ser siempre, hacer lo que una realmente desea...

labrujamala_ yo estuve a un 'tris'... pero no me daba el cuello pa' girarme! bueno, y que no me atreví, claro... pero me lo planteé. Pa' la próxima me doy la vuelta, prometo intentarlo!

farala_ Uy! pues dame el título y el autor/a, que parece que cada vez me mareo menos y a lo mejor podría leérmelo (y darme la vuelta con él en la mano llegado el momento...)

tanais_ mejor una caña :P Ya me contarás, don't worry, disfruta!

dintel_ Sí... pero hay que agudizar mucho el oído, que cuando hablan de estos temas sospecho que bajan el tono hasta los 'pinkis' de los zapatos... :)